viernes, 24 de septiembre de 2010
BoligÁn, cartonista con acento a tequila y a puros cubanos
Colores en esencia fríos, que permiten resaltar algunos toques carmesí. Escenarios comunes como bancas de parques, habitaciones, calles, playas o incluso el planeta; son el contexto perfecto para ambientar por Boligán - un artista gráfico- situaciones de personajes alargados con caras pequeñas y cuerpos abombados, que reflejan el impacto de la economía, de las políticas internacionales y las decisiones nacionales, en el ciudadano común.
Boligán centra su trabajo a diferencia de otros ilustradores en este individuo anónimo como eje primordial y no en la caricaturización de personajes públicos efímeros. Temas como el amor, la soledad, los problemas económicos, los debates sociales y los medios de comunicación desde el espacio íntimo del espectador, son retomados en situaciones diarias; que en lo personal hacen de este artista mi cartonero favorito.
Obras como Camuflaje, donde un hombre al salir de casa se viste con el abrigo de la ciudad con la consigna de mimetizarse con el ambiente y pasar desapercibo, con todo lo que ello conlleva; hacer suyos los usos y costumbres sociales, las historias comunes, los miedos, las frustraciones y las pasiones, esto me hace cuestionar, qué pasa con este individuo al llegar de nuevo al hogar, ¿podrá de verdad colgar el abrigo? y si es así, que importa mañana todo vuelve a comenzar.
Esta trasmutación también está presente en El Lector, un hombre que toma entre sus manos el diario, para después absorber la información (para bien o para mal) y dejar las páginas del periódico en blanco, inútiles sin significado alguno. Esto hecho carece de importancia, porque el cometido ya fue llevado a cabo, hacer suyos todos los símbolos escritos que juntos crean todo un concepto, una percepción de la realidad, como epilogo de la obra encuentro claro, la importancia de los medios de comunicación en conciencia sociedad, esto se relaciona con el Verdugo; un hombre que afanosamente corta un tronco con una hacha decapitando a un individuo, cuartando sus ideales y su esencia como ser, será acaso el verdugo estos medios de comunicación en su representación fundamental, un hombre que todo lo manipula a conciencia plena. Este tema es recurrente en la obra de Boligán, como factor de relevancia en la idiosincrasia del mexicano, que a la sombra todo es reflejado como en Charro Contemporáneo, El Macho y el Control o Consumismo Futbolero.
Boligán logra el cometido de hacer explicito lo implícito de la sociedad actual inmersa en la era tecnológica; que fomenta la comunicación colectiva y paradójicamente el individualismo como lo muestra el Chateador Solitario y Mascota Urbana. Un ser neófito en la convivencia social, no sin ellos con anhelos de pertenencia como en el Limosnero, La Doctora, Ladrona y en su contra partida El Desamor, Recuerdos - y mas con más sentido ¿común? O del humor - Romanticismo Contemporáneo, y El Amor y la Amistad.
Ante esta realidad, el autor desvía la mirada hacia la conservación ambiental, en un intento por llamar nuestra atención y preponderar este tema sobre otros, como en El Destino del Emigrante, donde un individuo camina para regresar al punto de origen, la sombra de un árbol, la acción confirma que por más que vayamos mas allá, siempre estaremos conectados con nuestro entorno y ante el cansancio que implica vivir haremos un alto en nuestro lugar de confort, en nuestro pequeño gran espacio; por más que marchemos, en busca de la respuesta a interrogantes, nuestras soluciones estarán en el aquí. Varios trabajos avalan esta postura tratando de concientizar al individuo sobre la importancia del ser sobre el estar o tener; como Válvula, Urbanización, Ecocidio o Ironía Petrolera, entre ellos destaca El Violista; un hombre ciego, ajeno a la guerra y la destrucción, perdido en la melodía y la esperanza que él representa en esta escena, que me permite aseverar, más vale estar ciegos que ver y ser influenciados por medios informativos castradores. Porque como Boligán afirma en uno de sus cartones “Y seguimos dormidos”, pero con los ojos abiertos frente al televisor hipnotizante.
Sin más preámbulo, se muestra una galería con estos y otros cartones creados por este artista y un poco de su biografia, que los disfruten.
Get the flash player here: http://www.adobe.com/flashplayer
Acerca de Ángel Boligán:
Nació en Cuba, en San Antonio de los Baños, a 45 km de La Habana, en un pueblo de caricaturistas conocido como "la Villa del Humor". Boligán, ahora naturalizado mexicano, considera que su trabajo es una especie de "Tequila de caña" debido a la influencia que sobre él ejercen las dos culturas. Afirma que México (a donde emigró en el 92) es el paraíso de los cartonistas "porque los políticos mexicanos ayudan mucho con las ideas, sólo hay que dibujarlos".- Perfil proporcionado en el periódico El Universal.
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