lunes, 7 de febrero de 2011
Carmen Aristegui, van dos o tres…¿hay censura?
¿Qué le dices a un hombre con los dos ojos morados? Nada, lo que le tenían que decir ya se lo dijeron dos veces. Esto me recuerda a Carmen Aristegui, como si fuera una boxeadora profesional; dos ocasiones previas, dos censuras, dos despidos… dos nocaut (pareciera). En un tercer round nuestra aguerrida amiga no cesa en intentar, nuestra chica con los dos ojos morados, no entiende, no se explica al igual que nosotros como ofertar un periodismo mediocre, servil y a modo de los grupos de poder. El resultado: tres fracturas laborales en total, que representan la gota que colma el vaso lleno de verdades que incomoda algunos, que al ya no poder contener la verdad, intentan sofocarla tajantemente con suspensiones a los programas noticiosos de Carmen Aristegui. Pero, ¿es que no aprenden?, ¿el hombre(o mejor dicho las empresas de comunicación) es el único animal que se equivoca dos veces -o más-? empiezo a creer que sí. Cuando Carmen salió primero de Grupo Imagen en el 2002 y posteriormente de la W Radio (2008) por la misma razón, censura; gran parte de la ciudadanía opto por un apoyo incondicional hacia la comunicadora, el prestigio de Aristegui se incrementó, y al poco tiempo surgió una nueva oferta de trabajo en MVS, este nuevo proyecto se encamino hacia la consolidación que buscaba Carmen, la libertad de expresión.
Poco duro el gusto, parece que nuestra periodista en cuestión pisa muchos callos, de gente que manipula a su antojo los medios informativos. Hay intereses políticos y empresariales, que se ponderan sobre nuestro derecho como ciudadanos a estar bien informados, a cuestionar y debatir temas de interés común. Nos encaminamos hacia una sociedad del conocimiento, arrastrando viejos lastres de represión. Si bien ahora los ciudadanos estamos más enterados del acontecer gracias a internet y a las redes sociales. La información y la indignación, es pasajera. Nuestra conciencia colectiva es a corto plazo. Por eso, a una empresa le resulta fácil decidir la cancelación de un programa de noticias argumentando falta de ética periodística.
¿Qué sigue? No dudo que el resultado esta vez vaya ser igual, Carmen posicionada como un líder de opinión con una nueva campaña a su favor, un nuevo programa, información incomoda para algunos y un nuevo despido. Vaya círculo vicioso, ¿será que la cuarta es la vencida?, ¿Carmen está dispuesta a una nueva ofensiva?, ¿cuándo cesara la libertad en apariencia en México? Solo tengo dos conclusiones: 1) los concesionarios de los medios de comunicación están al servicio de poderes facticos, por ende los comunicadores tienen un bozal a la medida de la situación, para muchos de ellos esto es mejor que tener "dos ojos morados"; 2) Aristegui te vamos a extrañar.
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